Los cineastas estuvieron en en el certamen dedicado a la industria de la animación impartiendo un taller sobre Inteligencia Artificial y hablaron de tradicionales y nuevas técnicas de animación

Lorena Ares (nominada a los últimos premios Goya por Hanna y los monstruos) y Carlos Fernández de Vigo (Memorias de un hombre en pijama [+lee también:
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entrevista: Carlos Fernández de Vigo
ficha de la película]), de la empresa Dr. Platypus & Ms. Wombat (que incluye el laboratorio Professor Octopus, centrado en la investigación y desarrollo de tecnologías de Inteligencia Artificial en las industrias creativas y digitales a nivel internacional) visitaron el 19.° Animayo Gran Canaria para proyectar sus cortos Cafuné y Amanece la noche más larga, además de propagar sus conocimientos entre los asistentes.

Cineuropa: Sois gallegos, pero ubicados en Pamplona.
Lorena Ares: Tras vivir en Barcelona, hemos terminado allí. En Navarra están apostando por la industria cinematográfica y la animación. Además, poseen incentivos fiscales.

Carlos Fernández de Vigo: Y hay un compromiso con la investigación y el desarrollo, eso nos convenció. Además, tienen visión de crecimiento, lo cual es inspirador, por eso nos sentimos acogidos. Creo que tenemos una industria con altas tasas de creatividad en España, con trabajos en Cannes, Annecy y los Óscar, lo cual supone exportación de cultura, consolidación de talento e industria, y creo que en los próximos años habrá más alegrías.

¿Y qué pasa en el campo de la animación con la llegada de la Inteligencia Artificial? ¿Lo mismo que con el advenimiento del 3D?
C.F.V.: La llegada del 3D tuvo implicaciones en el desarrollo del 2D. Aunque hubo quienes no quisieron adaptar sus destrezas artísticas a las nuevas tecnologías, sí hubo una década en la que casi todo era 3D.

L.A.: Cuando tienes una nueva tecnología, la gente quiere verla, pero cuando se democratiza empiezas a separar el grano de la paja. Así se regresó al 2D.

C.F.V.: Nosotros trabajamos ambas técnicas y las disfrutamos, pero en 2D hay un espacio de libertad diferente. Como cuando hicimos estos cortometrajes que presentamos aquí o Memorias de un hombre en pijama, obras que no tienen nada que ver entre sí, pero pusimos la técnica al servicio de las intenciones de la narración. Eso se puede también hacer en 3D, pero el coste es mayor, porque el proceso es más sofisticado, obligándote a tener mayor número de profesionales.

L.A.: Cuanta más tecnología incluyas en el proceso creativo, más complicado resulta dominarla. Con 2D es más sencillo llegar a aquello que buscas, porque en 3D la técnica te distrae del acabado final que pretendes.

¿Pero la Inteligencia Artificial llegará a abaratar la producción del cine de animación?
C.F.V.: Sí permite abaratar tiempos, pero sobre todo va a aumentar la calidad. Los cineastas buscamos que la expresión sea lo más cercana posible a lo que se quiere trasladar. Buscamos hacer la mejor película con los máximos recursos que podamos conseguir. Con todas las salvaguardas en este momento, hay una fase de disrupción tecnológica profunda y poco entendida, hoy en día no hay todavía una divulgación del conocimiento accesible para quien no está en un contexto académico o de investigación. El congreso [+lee también:
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ficha de la película], de Ari Folman, fue una película visionaria en este sentido. Entiendo los miedos que genera la IA y vivimos una etapa donde hay que hablar mucho, hay que reequilibrarlo todo y diseñar un nuevo status quo, haciéndolo desde el conocimiento de cómo funciona la tecnología y hasta donde está yendo, viendo las evoluciones potenciales para que no se convierta ni en una deificación ni en una demonización, porque no es lo uno de lo otro. Es simplemente matemáticas y ciencia. Asumiendo el cambio que representa, se van a tomar decisiones de más calidad y no tanto una valoración simplista de si la IA es buena o mala.

¿Va a facilitar entonces la creación audiovisual?
C.F.V.: Ese es nuestro camino. Aplicamos técnicas que hemos desarrollado en los últimos años con técnicos y artistas. Hay que entender qué está detrás de la tecnología para aplicarla de manera inteligente en la expresión artística. En los próximos años habrá una transformación de vértigo y para eso hay que tener opiniones y criterios diferentes, para que nos podamos adaptar. Hoy en día nosotros disponemos de una tecnología (Emotional Films) que hace viable la existencia de una película que responde a tiempo real a las emociones, con muchos módulos de IA interconectados, pero el gran reto es cómo financias en el contexto europeo un concepto que no es ni un video juego ni una película al uso; es un formato nuevo. Con la disrupción de la IA serán posibles cosas que antes no lo eran: estamos desbloqueando un mapa nuevo, con herramientas que llevan a lugares antes inexplorados… y eso es un lujo.