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VENECIA 2023 Orizzonti Extra

Crítica: Phantom Youth

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- VENECIA 2023: Luàna Bajrami firma un decente retrato de la juventud kosovar en los años 2000, aunque la narrativa solo gane en profundidad e intriga en su segunda parte

Crítica: Phantom Youth
(i-d): Don Shala, Elsa Mala y Albina Krasniqi en Phantom Youth

La actriz de origen francés y kosovar Luàna Bajrami (vista recientemente en el drama The Land Within [+lee también:
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, ganador del Black Nights de Tallin, y próximamente en la comedia francesa Une année difficile) vuelve a ponerse detrás de la cámara con su segundo largometraje, Phantom Youth [+lee también:
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, que se ha estrenado a nivel mundial en la sección Orizzonti Extra del Festival de Venecia de este año.

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La historia, que ha sido escrita por la propia directora y transcurre en Kosovo en 2007, se inicia en un remoto pueblo situado en el campo. Zoé y Volta (Elsa Mala y Albina Krasniqi) son dos primas veinteañeras que están hartas de sus aburridas vidas y se niegan a quedarse atrapadas en el pueblo para acabar por tener que casarse con un desconocido al que elijan sus familias, renunciar a sus ambiciones y cumplir las exigencias de sus futuros maridos. Es por ello que deciden robar la oxidada tartana que tienen por coche familiar, conducir hasta Pristina para matricularse en la universidad de allí y zarpar hacia una existencia más libre y placentera.

Sin embargo, las cosas se tuercen desde el principio. No consiguen matricularse en la carrera de Estudios Ingleses como esperaban y acaban ingresando a regañadientes en la facultad de Economía. Como telón de fondo, el país —en vísperas de la independencia— atraviesa fuertes disturbios sociales y políticos, de manera que la universidad se ve afectada por este caótico estado de las cosas. Los profesores no acuden a las aulas, la educación carece de fondos suficientes y el desempleo salpica incluso a los jóvenes recién graduados.

Bajrami consigue firmar un retrato decente de la convulsa juventud de Kosovo a pesar de contar con unos recursos de producción limitados. En concreto, la película se desarrolla en unas pocas localizaciones, y las primas estarán acompañadas en el camino por algunos personajes secundarios que les ayudarán a descubrir el amor y la independencia al tiempo que encarnarán, por otro lado, los diferentes tipos de reacciones ante un sistema que aplasta sus ambiciones e ignora sus preocupaciones. La presencia de estos personajes es funcional y pone de relieve el progresivo distanciamiento emocional entre Zoé y Volta. Ahora que gozan de la libertad de vivir en un entorno vibrante y urbano, sus diferentes personalidades y deseos empiezan a llevarlas por caminos distintos. En este sentido, al espectador se le concede la oportunidad de sentir con fuerza el componente de paso a la adultez de la película. Su distanciamiento, en cierto modo, se asemeja al proceso por el que muchos de nosotros pasamos en etapas anteriores de nuestras vidas (cuando, por ejemplo, un amigo de la infancia desarrolla de repente intereses totalmente distintos y cambia su visión del mundo). Al final de la pubertad, te das cuenta de que ya no estáis en la misma onda.

Dicho esto, el segundo largometraje de Bajrami constituye una obra mucho más madura que su debut, The Hill Where Lionesses Roar [+lee también:
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. Y es que el guion de Phantom Youth parece más genuino y menos infantil, y la narración toma una dirección más clara. El punto principal de la trama, que hace que esta película sea más profunda de lo que cabría esperar en un principio (con un giro hacia el drama, que trae consigo el abandono de los matices de los géneros del paso a la adultez y el romance), se pone de manifiesto de forma inesperada, de manera que actúa como una brutal llamada de atención para hacer frente a la realidad. Quizá llega un poco tarde, pero sigue siendo un interesante punto de inflexión que permite a los personajes reflexionar sobre las decisiones que marcarán el futuro de sus vidas.

Phantom Youth es una coproducción entre la kosovar Orëzanë Films y las francesas Quad Films y Ten Films. Las ventas internacionales corren a cargo de Gaumont.

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(Traducción del inglés)

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