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ROMA 2023

Crítica: Siempre nos quedará mañana

por 

- La primera película como directora de la actriz Paola Cortellesi es un logrado fresco sobre la condición femenina en la Italia de los años 40, con un excelente equilibrio entre drama y humor

Crítica: Siempre nos quedará mañana
Emanuela Fanelli y Paola Cortellesi en Siempre nos quedará mañana

Delia se despierta cada mañana con una bofetada de su marido Ivano. Se levanta, prepara el desayuno para sus tres hijos y vacía el orinal de su suegro —que yace postrado en la cama— antes de salir de casa para enfrentarse con arrojo a su rutina diaria, compuesta por diversos trabajos mal pagados (arreglar prendas de ropa, reparar paraguas y colgar sábanas) con los que logra reunir una pequeña cantidad de dinero que siempre resulta insuficiente. Delia no hace más que sufrir los reveses de la vida día tras día; y es que, aparte de ser pobre, es mujer.

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La película con la que se ha inaugurado la 18.ª edición del Festival de Roma no es nada más y nada menos que Siempre nos quedará mañana [+lee también:
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ficha de la película
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—seleccionada en competición—, el fresco sobre la condición de la mujer a mediados de los años 40 en Italia con el que Paola Cortellesi ha debutado asombrosamente como directora. Se trata de una película en blanco y negro que, haciendo un guiño al Neorrealismo, pinta un retrato de las dificultades de la posguerra, de los soldados estadounidenses repartiendo chocolate y de la Roma popular y genuina con los camaradas en el patio y los bebés en la calle, pero sobre todo de una sociedad extremadamente patriarcal en la que las mujeres todavía no tenían derecho a votar, y mucho menos a alzar la voz. Es una cinta que pone la cuestión de la violencia doméstica —ya sea física o psicológica— sobre la mesa, pero sin abordarla de lleno, sino más bien a través de un saludable hilo de ironía y cinismo que hace que la película sea aún más eficaz, porque pone de relieve la absurda banalidad de esta violencia.

Siempre nos quedará mañana, que ha sido escrita por Cortellesi junto con Furio Andreotti y Giulia Calenda (también fueron sus coguionistas en Perdón por existir, una inteligente comedia sobre la discriminación de la mujer en el trabajo), reúne ante la cámara a Paola Cortellesi y a Valerio Mastandrea en los papeles de marido y mujer (como ya hicieron en Figli). Esta vez, este último interpreta a un maltratador que ha luchado en dos guerras —con las que pretende justificarlo todo— y tiene un padre, Ottorino (Giorgio Colangeli), que vive con ellos en casa y le da consejos como “a tu mujer no hace falta darle diez palizas, basta con una bien dada”. Delia, que lo padece todo en silencio y ha acabado por asimilar que no vale nada, es una madre centrada en su deber, y lo que más le preocupa es el futuro de su hija Marcella (Romana Maggiora Vergano), prometida esposa de Giulio (Francesco Centorame), un joven de buena familia que, para la muchacha, encarna la garantía de una vida mejor, o tal vez no.

Delia encuentra consuelo en su amiga verdulera Marisa (Emanuela Fanelli, a la que da gusto ver actuar junto a Cortellesi, pues se trata de dos de las actrices cómicas con más talento de Italia), en Nino (Vinicio Marchioni), el viejo amor con el que nunca pudo estar, y en una misteriosa carta —cuyo contenido no se revela hasta el final— que recibe un día y que la arma del valor necesario para cambiar las cosas.

Inspirada en las historias de abuelas y bisabuelas, así como en “las muchas mujeres corrientes que han construido, desprevenidas, nuestro país” —tal y como apunta la directora—, la película de Cortellesi constituye un debut audaz, con ideas de dirección que, independientemente de que puedan gustar más o menos, son muy precisas y razonadas (la idea de coreografiar las escenas de lucha, por ejemplo), y con un mensaje que llega alto y claro. Se trata de un largometraje en el que se consigue un equilibrio natural entre el drama y el humor, con una trama que ofrece novedades hasta el último minuto y una emocionante transición del terreno personal al colectivo.

Siempre nos quedará mañana ha sido producida por Wildside y Vision Distribution, en colaboración con Sky y Netflix. La película se estrena en los cines italianos el 26 de octubre a través de Vision Distribution.

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(Traducción del italiano)

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